“Al personal profesional no se le puede perdonar que reaccione ante una provocación eventual. Tiene que replegarse, salir, para eso es personal profesional. No puede 'comprar' con facilidad una acción de estas características para que termine en el bochorno que todos vimos por televisión anoche", dijo esta mañana (5/12) el ministro Aníbal Fernández, con respecto al modo en que la Prefectura -fuerza a su cargo- reprimió en la noche de ayer a los trabajadores del Casino de Buenos Aires que se encuentran en un conflicto laboral con la patronal.
El ministro Fernández dijo que él de ninguna manera había ordenado esa represión, y que los responsables van a ser sancionados,
Los trabajadores del Casino declararon esta mañana, luego de ser liberados desde una sede de la Prefectura en el barrio de La Boca, que habían sido ferozmente golpeados, mantenidos una hora tirados en el piso con una bota en la espalda, insultados, y que se les había negado hasta un vaso de agua. Sus abogados afirmaron que estuvieron desaparecidos durante varias horas, ya que nadie les informaba dónde estaban detenidos y no pudieron verlos durante ese lapso.
La represión desarrollada por la Prefectura se aplica cotidianamente en lugares de encierro, por ejemplo, cárceles, tanto federales como provinciales, comisarías e institutos de menores. La diferencia es que no hay cámaras, lo que evita que haya testigos. No se produce “el bochorno que todos vimos por televisión anoche” en palabras del ministro Fernández. Sucede, pero no se ve. Luego, no hay sanciones para los responsables de esas represiones.
Las detenciones ilegales -sin orden judicial y en un lugar desconocido para los abogados y familiares- se producen aún en democracia, aunque duren pocas horas. Los malos tratos y las torturas, también, como venimos diciendo con insistencia desde el CEPOC. Obviamente, cuando se ven por televisión, provocan escándalo y consecuencias (Aunque no siempre: la semana pasada, en Mendoza, la policía de esa provincia reprimió brutalmente a un grupo de trabajadores, con el aval de una funcionaria judicial)
Para reducir la violencia en los lugares de encierro, y para evitar que la gente sea encerrada sin posibilidad de contacto con el exterior, existe una solución posible, que es la implementación de los Mecanismos de Visita establecidos por el Protocolo Facultativo a la Convención contra la Tortura. En el primer caso, el de las cárceles, comisarías, institutos de menores y otros lugares de encierro, estos mecanismos, al efectuar visitas periódicas y no avisadas, pueden verificar permanentemente las condiciones de detención, recibir denuncias, y alertar a las autoridades de las situaciones violatorias de los derechos humanos, antes de que se desencadenen tragedias como las de Magdalena o Santiago del Estero.
En el segundo caso, frente a detenciones como las de los trabajadores del Casino de Buenos Aires, el Mecanismo de Visita podría haber ingresado de inmediato a constatar la situación de los detenidos, y a verificar el modo en que se los estaba tratando.
En pocos días más el ministro Fernández tendrá a todas las fuerzas de seguridad federales bajo su mando, incluido el Servicio Penitenciario Federal. Podrá, con la misma rapidez con la que desautorizó la represión de la Prefectura y anunció sanciones para los responsables, disponer que se creen los mecanismos que eviten este tipo de acciones ilegales, incluidas aquellas que no se ven porque no hay cámaras delante.
Buenos Aires, 5 de diciembre de 2007
Área de Derechos de Personas Privadas de Libertad del Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (CEPOC)
Contacto: 15-4404-5299
Un espacio para que hablemos de política criminal y de respeto a los derechos humanos. De seguridad y de inclusión ciudadana. De cárceles y de personas privadas de libertad. Para el debate y la acción. Para la crítica y la propuesta. Porque asumimos el compromiso de compartir lo que sabemos, sabiendo que todo conocimiento es parcial y limitado.
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