DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL

Una nota publicada en el Diario Crítica recorre las opiniones de juristas, funcionarios públicos, familiares y especialistas en el tema.
A continuación, el texto completo:

22.06.2008

Eugenio Zaffaroni (Juez de la Corte Suprema)

No a la castración

La castración, por el medio que sea, no es una pena sino una medida de inocuización, más bárbara que la pena de muerte. La emplearon los nazis, con ese propósito y con fines supuestamente eugénicos. No dudo que vuelvan a proponerse esas aberraciones, desde los Estados Unidos y desde Europa. Además, ni se viola por razones biológicas ni la castración elimina ninguna perversión, sino que puede acrecentarla. El placer con el sufrimiento y el miedo de la víctima puede producirse aunque no haya erección ni eyaculación ni fecundidad. ¿O los nuevos “científicos”, hijos del Dr. Mengele, se han olvidado de esto?

Francisco Mugnolo (Procurador penitenciario federal)

Asistirlos con terapia adecuada

Los episodios de abuso sexual y violaciones no están al margen de la gran violencia que sufre nuestra sociedad. Hay muchas propuestas para el abordaje del violador: desde la castración química hasta la inacción durante el encierro. Pero lo que no se está haciendo es trabajar sobre la psicopatologí a del violador durante la privación de su libertad. Debería haber un programa que acompañe la sanción del delito con un tratamiento acorde al perfil psiquiátrico del criminal.

Si lo sustraemos de la sociedad para evitar la peligrosidad que representa y no se le efectúa una terapia adecuada, una vez que cumpla su condena, es muy factible que el individuo vuelva a violar porque no está curado. Generalmente los violadores en la cárcel tienen buena conducta, pero cuando afrontan la salida, el conflicto vuelve a emerger.

Claudio Mazaira (Abogado de Madres del Dolor)

El violador no cambia

Las llamadas leyes Blumberg endurecieron las penas por delitos de robo, pero también modificaron artículos del Código Penal en relación con abusos sexuales. Por eso hubo violadores condenados a 45 años de prisión a partir de una sumatoria de penas por varios delitos.

El violador no tiene solución. Reincide pero, además, perjudica a un número mayor de personas que la misma víctima. Arruina a su entorno. Perjudica más una violación grave que un homicidio. La violación es difícil de admitir. No tengo postura específica sobre la castración química. Me inclino, en cambio, por penas más graves o la prohibición de salidas y libertades asistidas a los presos por ese delito.

En la actualidad, seis meses antes de la libertad, les hacen un examen médico a los violadores. Ellos saben qué decirle al psiquiatra cuando los viene a atender. No hay tratamientos de prevención en estos criminales. Así pasó con Claudio Álvarez, violador serial que mató a Elsa Escobar y violó a su hija de 13 años, a quien represento legalmente. Si hubiera prosperado el proyecto que propone la creación de un registro de violadores argentinos, fácilmente habría un 20% más de casos resueltos. Espero que algún día se concrete.

Carlos Sosa (Ex diputado nacional del Partido Renovador de Salta)

Sí a la castración

En marzo de 2007 presenté el primer proyecto en la Argentina sobre castración química, basado en las experiencias de Francia y los Estados Unidos. La idea es aplicar inyecciones a los violadores para quitarles el deseo sexual. En España se aplica a voluntad del preso. En Estados Unidos se le aplican al violador una vez al año y se hace un seguimiento. Con la castración, no le dan ganas de violar de ninguna manera. La violación es un delito aberrante: las víctimas no se recuperan nunca de esa experiencia. El 90% de los violadores reincide.

Mario Filosof (Presidente de la Cámara del Crimen)

La mano dura no sirvió

En los casos de violación hay que comenzar a buscar soluciones imaginativas y diferentes. Ha quedado demostrado que el sistema así como está no funciona. La civilización debe progresar en lugar de ir en retroceso. El problema del violador no es sólo psíquico, sino también mental. Las penas más duras no han servido de mucho y la violencia está a la orden del día.

La castración química tampoco sirve: existe el antecedente de un caso en el que un violador aceptó ese tratamiento y luego fue autor de un homicidio. Este tema debería discutirse a nivel multidisciplinario con sociólogos, psiquiatras y juristas.

Lo único que garantiza que quien vaya a delinquir en cualquier sentido pretenda no hacerlo es que el estado demuestre, con una política clara de prevención, que actúa bien: que las investigaciones sean serias y se logre juntar las pruebas necesarias, que la Justicia actúe rápidamente y que aplique lo que corresponda, y que el Servicio Penitenciario cumpla con el rol educador que le manda la Constitución. Si estas tres patas no se juntan, el sistema no va funcionar.

Miguel Maldonado (Médico forense)

Deben ir presos de por vida

No es adecuado plantearse si los violadores tienen cura porque no son enfermos. Saben lo que hacen. Tienen un trastorno de personalidad con una especie de atrofia afectiva. Por eso no tienen sentimientos altruistas: cuando ven sufrir a una persona gozan en lugar de ayudarla. Disfrutan con el sometimiento y la humillación; se observa en todos los violadores seriales.

Esas anomalías de la personalidad presentan rasgos perversos y antisociales. El caso de Dorrego es paradigmático y refleja un acto de sadismo inimaginable. Como no hay tratamiento que surta efecto, deben permanecer recluidos de por vida; no en la prisión, porque allí se potencian sus rasgos criminales, sino en institutos que hoy la Argentina no tiene, donde se les apliquen castigos importantes, el único modo que esta gente entiende. Ni la castración química ni la quirúrgica da resultados porque la patología de la agresividad la siguen manteniendo, surge de la mente. Y reinciden en la violación mediante de objetos. En Francia no está dando resultados.

Irene Intebi (Psiquiatra y psicóloga infantojuvenil)

Pueden recuperarse

Cuando alguien llega al homicidio o a producir lesiones muy severas en otro, la probabilidad de recuperación es muy baja. Según las noticias, el supuesto violador de Rocío en el año 2000 ya daba indicadores de que tenía problemas serios con el tema sexual. Lamentablemente en ese momento no se utilizaron otros recursos.

La fantasía es que esto aparece de la noche a la mañana. Pero no surge la pregunta de por qué este muchacho, con 27 años, llegó al punto al que llegó. Una respuesta, la más fácil, es que nació así. No estoy de acuerdo. Nadie nace así y aunque naciera con una predisposició n, para que eso se potencie tiene que suceder algo. Entonces, hay que pensar cómo intervenir cuando se detectan chicos o adolescentes con conductas sexuales llamativas.

La reacción emocional ante un violador es matarlo o meterlo preso de por vida. Pero los que tienen responsabilidad de hacer políticas de protección a la infancia y a la población tendrían que hacer programas de detección de adolescentes con conductas sexuales riesgosas. La mayoría ha sido víctima de la violencia en la infancia, por lo que pierden la posibilidad de conectar con otros como personas. Yo hice tratamientos con agresores sexuales (intrafamiliares) en los que, con seguimiento, hay posibilidad de recuperación.

En cuanto a la vasectomía, lo único que hace es generar infertilidad, que alguien no pueda embarazar y punto. La castración química inhibe la testosterona, que es una cuestión hormonal que influye en la erección. Sin embargo, una persona que tiene posibilidades de agredir sexualmente puede hacerlo sin erecciones.

Isabel Yaconis (Integrante de la Asociación Civil Madres del Dolor y mamá de Lucila Yaconis)

Por un banco genético

La medida más importante para prevenir violaciones es contar con un banco de datos genéticos de los violadores. En el Reino Unido está la base de datos más grande del mundo, de 38 millones de huellas genéticas de violadores y homicidas.

En Estados Unidos cada condado tiene sus leyes. La mayoría tiene su registro. El FBI es el encargado de tener todos los datos y distribuirlos. En la Unión Europea tienen todos los datos y comparten. Es un tema que en la Argentina estamos a años luz.

Pedimos que exista el registro de condenados por delitos contra la integridad sexual. Así se llama el proyecto que fue creado por la diputada Paola Spatola que está dando vuelta desde 2004. Ahora tienen que volver a pasar por todas las comisiones. El proyecto sería un paliativo como para empezar a acorralar o a hacerlo desistir al violador.

Cómo es en otros países

Francia: en el verano, el presidente Nicolas Sarkozy propuso la aplicación voluntaria de la castración química después de la violación reincidente de un pederasta. Ya funciona un programa piloto de castración química.

España: una comisión de estudio que se formó en Cataluña, España, después de la excarcelación de José Rodríguez Salvador, el violador del Vall d’Hebron, propuso la supresión hormonal reversible para los violadores reincidentes. La legislación española no permite aplicar un tratamiento si no es aceptado por el preso. Este mes un pedófilo conocido como Nanysex aceptó la castración química.

Chile: un pedófilo que confesó no poder dominarse cuando ve a un niño le pidió a su abogado que solicite a la Justicia la autorización para que lo castren.

Estados Unidos:
en Florida, por ejemplo, existe la castración de delincuentes sexuales reincidentes que quieren acceder a la libertad condicional.

Sociedad / Edición Impresa
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