La cárcel acá y allá... violencia, dolor, y nada positivo
de María Laura Böhm,
Después de una visita a una cárcel alemana, en Niedersachen: Dos reflexiones, casi obvias, pero que me parecen importantes. Primero: Cada cárcel refleja en sus espacios cerrados el orden o desorden propio de la sociedad abierta a la que pertenece. En la cárcel que visité estaba todo ordenado, pulcro, de alta tecnología, no olía a cárcel, los penitenciarios no llevan armas, ni bastones, ni botines, los presos probablemente no sufren tanta violencia física ni de otros presos, ni de los penitenciarios, los jueces tratan con penitenciarios y presos en forma casi coloquial, los presos sólo pueden recibir visitas como máximo tres veces al mes, y sólo por una hora por vez, pueden salir al aire libre como máximo una hora al día, no tienen permitido ingresar absolutamente nada traído por la familia, de hecho, la familia no tiene permitido ingresar absolutamente nada a la cárcel, la familia no es requisada, el preso es requisado corporalmente antes y después de cada visita, antes y después de su actividad laboral diaria (obligatoria para los presos condenados, optativa para los presos en prisión preventiva). Es decir, el orden y la disciplina, y la falta de contacto humano y de sostén emocional, están presentes. De ahí la segunda conclusión: En la cárcel lo negativo de una sociedad se refleja, y se exacerba: en nuestras cárceles la violencia, la corrupción, la marginalidad... en las cárceles de acá el aislamiento y la soledad... no habrá quién les pegue, pero tampoco quién los acompanye. Acá, y allá, la cárcel reproduce y multiplica situaciones de violencia física y/o emocional, y de dolor. Eso no puede ser positivo para los presos, ni para la sociedad. Vuelvo entonces sobre una vieja pregunta, que por vieja no es menos válida ni menos actual: No sería mejor disminuir el número de detenidos, en lugar de aumentar el número de centros de detención?
María Laura Böhm
mlaurabohm@hotmail.com
1 de octubre de 2010
No hay comentarios.:
Publicar un comentario