El escritor Ernesto Mallo (autor de las novelas La aguja en el pajar y Delincuente argentino) recogió el guante: recorrer las calles de Buenos Aires y averiguar cuál es la oferta sexual que ofrecen, en qué barrios, con qué códigos, arriesgando qué cosa y, sobre todo, a qué precio. Las prestaciones no han cambiado a lo largo de los años, pero sí las prestadoras, como las dominicanas que “hacen la calle” por Constitución, que llegaron a estas playas durante la fiesta menemista y que ya tienen carta de ciudadanía.
Recomendamos leer este artículo para obtener un panorama general del mismo discurso que gira en torno a la prostitución desde fines del siglo XIX:
- "Las necesidades económicas y la falta de instrucción" son los principales motivos que llevan a una mujer a la prostitución, comenta el autor.
- La mayoría, son trabajadoras por cuenta propia, o combinan con otras profesiones, mucamas, manicuras..."
- "Buenos Aires, es la ciudad con más burdeles en el mundo", según investigaciones de la legislatura porteña, se afirma en el artículo.
Tal como a principios del siglo XX, cuando el libro de un periodísta "El camino a Buenos Aires", de Albert Londres, en la actualidad aparecen innumerables artículos y opiniones sobre el tráfico de mujeres y la prostitución, que surgen a partir del un proyecto de un medio de comunicación, "una novela diaria". Así, al igual que antaño "Buenos Aires, es el centro del mal".
La duda surge al ver que se cita como investigador al órgano que aprobó el límite al ejercicio de la prostitución, de acuerdo a los parámetros legalmente establecidos para el espacio público, y que parece no percatarse que en todo el territorio argentino los prostíbulos son ilegales. ¿Qué pensarán hacer con esos más de ciento veinte establecimientos "relevados"?
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0238/articulo.php?art=5947&ed=0238
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