NIÑOS PRESOS, NIÑOS MUERTOS













Bajo el título “Programas- Establecimientos de Régimen Cerrado”, la página del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de BuenosAires nos ilustra acerca de los objetivos de estas instituciones:

http://www.desarrollosocial.gba.gov.ar/programas/35_establecimientos_regimen_cerrado/index.htm,

Instrumentar -para el abordaje integral de los jóvenes infractores de la ley penal, en una unidad de tratamiento-, un conjunto de propuestas socioeducativas tendiendo a que el joven pueda construir espacios individuales y sociales diferentes, alcance mayores niveles de responsabilidad frente a sus actos y a las consecuencias de los mismos, genere las mejores condiciones para una distinta inserción familiar y social comunitaria.

¿Quiénes van allí?

Con ironía cruel, se llama “beneficiarios” a los niños y adolescentes que van a parar a esos lugares. Y se los define:

Población Beneficiaria

Jóvenes de 12 a 18 años en conflicto con la ley penal bajo régimen cerrado, provenientes en su mayoría de los sectores sociales más carenciados de derechos básicos en los aspectos económico, educativo, cultural y sanitario.

O sea, se envía allí a niños y adolescentes pobres. Y además, violando la ley. Sencillamente porque en este país, todavía, los adolescentes de 12 a 15 años NO SON PUNIBLES legalmente. Más allá de los deseos del gobernador Scioli y de todos los que quieren mandar más pibes a más lugares como estos, NO SON PUNIBLES. En consecuencia, si el Estado cree que un niño de 12 ó 13, ó 14 ó 15 años tiene algún “conflicto con la ley penal”, tiene que atenderlo, protegerlo, cuidarlo, ubicarlo en una escuela, garantizar que su familia pueda hacerse cargo, sanarlo si está enfermo… Puede hacer cualquiera de estas cosas, más otras del mismo tenor, pero no encerrarlo en un agujero, tenga el nombre que tenga ese agujero.

Al momento de referirse a los objetivos específicos, tenemos más detalles:

Objetivos Específicos


- Lograr una formación continua y especializada para todas las personas involucradas en el trato con los jóvenes.
- Conocer las particulares características psicológicas, familiares y sociales que han favorecido la modalidad de funcionamiento del joven que lo coloca en conflicto con la Ley Penal.
- Favorecer la reflexión, a fin de mediatizar la acción con el pensamiento.
- Posibilitar la comprensión de las consecuencias personales y sociales de sus actos.
- Propiciar el aprendizaje en convivencia grupal, que le posibilite la creación de vínculos diferentes con las personas y su entorno.
- Lograr que la medida privativa de la libertad sea reducida al mínimo necesario, teniendo en cuenta el marco legal vigente y la evolución del joven internado.
- Favorecer en los jóvenes la capacitación educativa y laboral.
- Motivar la adopción de hábitos de higiene y de cuidados de la salud.
- Elaborar de un proyecto institucional y régimen de vida.


Finalmente, nos enteramos de los “Bienes y/o servicios que brinda”

Construcción de una propuesta socioeducativa de carácter integral que vincula procesos terapéuticos individuales, familiares y grupales a implementarse en institutos penales.
Se realizan tareas centradas:
-en lo verbal: consistentes en: grupo de reflexión, grupo psicoterapéutico, asamblea, grupo de terapia familiar, taller Literario, taller de periodismo.
- no verbal: realización de talleres de carpintería, gráfica y computación y actividades deportivas.


Lamentablemente, los dos adolescentes que aparecieron ahorcados en la noche del 15 y 16 de noviembre, no llegaron a recibir todos estos beneficios. Tal vez no pudieron reflexionar lo suficiente, o quizá en medio de su desesperación quisieron hablar con su madre, pero el denominado Centro de Régimen Cerrado de La Matanza es un pozo, como sin eufemismos lo definen en la Asociación de Trabajadores del Estado, y entonces les habrán dicho que el único teléfono celular con que se cuenta allí, no se podía utilizar para esos menesteres.

Finalmente esos adolescentes, cuya edad no conocemos, cuyos nombres y apellidos son NN Candela y Damián Caballero, lo lograron. Lograron llamar la atención. La mamá de Damián, nos cuenta La Nación, le suplicó a su hijo que no intentara matarse de nuevo, porque finalmente “te va a salir bien”. Gracias a su determinación, nos enteramos que ese lugar, inaugurado de apuro el 6 de noviembre, está ubicado a treinta y cinco cuadras de la ruta 3, y no tenía ni médicos, ni enfermeros, ni un auto para emergencias, ni teléfono público ni personal suficiente. Ahora, luego de la muerte de Damián y NN, el ministro de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires Daniel Arroyo decidió clausurarlo.

¿Cuántas vidas de cuántos Damianes y NN serán necesarias para cerrar otros tantos pozos, y para evitar abrir nuevos?

Claudia Cesaroni
15-4404-5299

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