POR QUÉ NO BAJAR LA EDAD DE PUNIBILIDAD A LOS 14 AÑOS

PORQUE SERÍA REGRESIVO: En el Derecho Internacional de los Derechos Humanos rige el principio de no regresividad y de progresividad: está prohibido regresar a instancias anteriores de la cobertura de un derecho, y solo se puede avanzar en dicha cobertura. El Código Penal sancionado en 1921 establecía la edad de punibilidad en 14 años. Durante el gobierno peronista, en 1954, se estableció en 16 años, en el marco de una política dirigida a la protección de la infancia (Ley 14.394). La Dictadura, en una de sus primeras medidas (Decreto Ley 21.338), derogó parcialmente esa norma, y fijó la edad de punibilidad en 14 años, decisión que mantuvo en el Régimen Penal de la Minoridad, creado en 1980 (Decreto Ley 22.278). En mayo de 1983, meses antes de la recuperación de la democracia, la edad de punibilidad volvió a establecerse en los 16 años. Regresar a la edad establecida por la Dictadura no parece una medida dirigida a la mejor protección de nuestros niños y adolescentes.

PORQUE EL ÚNICO OBJETIVO ES EL CASTIGO: El mandato constitucional establece que el sentido de la privación de la libertad no debe ser el castigo, sino la adecuada preparación para la vida en libertad. Sin embargo, la discusión de estos proyectos, luego de un hecho grave que involucró a un adolescente de 14 años, revela que el único objetivo es establecer políticas de castigo sobre esta población, violentando ese mandato, y confundiendo a las personas que creen que esta reforma le será aplicada a ese joven, lo que es falso.

PORQUE NO ES CIERTO QUE SEA EL ÚNICO MODO DE BRINDAR GARANTÍAS A LOS ADOLESCENTES DE 14 Y 15 AÑOS: Decir que el único modo en que una persona acceda a las garantías constitucionales es introducirlo en el sistema penal es por lo menos una falacia. Las garantías las tenemos todas las personas de todas las edades, el problema es que muchas veces no se cumplen ni se respetan. Es responsabilidad de los jueces aplicar las leyes, y velar porque todas las garantías de todas y todos los ciudadanos, se cumplan conforme la ley.

PORQUE NO SE TRATA DE SANCIONAR MÁS LEYES, SINO DE CUMPLIR LAS QUE YA EXISTEN: La Convención sobre los Derechos del Niño y la Ley de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (Ley 26.061) tienen plena vigencia, así como todos los tratados internacionales de derechos humanos que establecen todos los derechos a los que son acreedores cada niño y cada niña que vive en nuestro país. Sin embargo, la mitad de ellos carece de condiciones básicas de existencia: no tienen cloacas ni agua potable, ni vivienda, ni educación y salud de calidad, ni viven en un ambiente sano, ni tienen acceso a oportunidades, actividades recreativas, vacaciones, futuro. Hay leyes que dicen que tienen derecho a todo esto, pero no hay jueces que las apliquen ni funcionarios que las ejecuten.

PORQUE LA CANTIDAD DE ADOLESCENTES DE 14 Y 15 AÑOS QUE COMETEN DELITOS GRAVES ES ÍNFIMA: Diputados y diputadas, senadores y senadores deberían pensar si es justo sancionar una ley que, más allá de sus intenciones, será aplicada para el castigo, y que significará un retroceso en cuanto a las políticas dirigidas a la infancia, para atender, de modo punitivo, los hechos que cometen un puñado de adolescentes. Según una investigación de Unicef, la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, y la Universidad Nacional de 3 de Febrero (http://www.unicef.org/argentina/spanish/Adolescentes_en_el_sistema_penal.pdf)
sobre un total de 1800 adolescentes menores de 18 años privados de libertad por causas penales en el país, un 17 % son no punibles, es decir menores de 16 años: 300 adolescentes. Ahora bien, cuando se analizan los delitos que se les imputan a aquellos 1800 adolescentes privados de libertad, los datos indican que un 15 % está imputado de homicidio (incluyendo la tentativa de homicidio, es decir, los casos en que no se produjo el resultado muerte): 270 casos. Si aplicáramos la proporción entre punibles y no punibles, tendríamos que, de esos 270 casos, solo 46 (el 17 % de 270) corresponderían a adolescentes de entre 14 y 15 años.
Pero esa cifra es más baja aún si tomamos la cifra del total de homicidios dolosos que se cometen al año en nuestro país: unos 2000. De esa cantidad, en unos 200 participan menores de 18 años. Y de esos doscientos, según declaraciones del director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Nils Kastberg, en solo 15 casos participan menores de 16 años http://http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-123922-2009-04-26.html
Este análisis no supone quitar importancia a una sola muerte violenta producida por la intervención de un adolescente, pero entendemos que una decisión de política criminal de la gravedad de la que se intenta, debe analizar a qué población está destinada, con qué objetivos, y a qué costos, antes de tomarse.

PORQUE SI EL ESTADO NO ES CAPAZ DE CONTROLAR LAS INSTITUCIONES DE ENCIERRO QUE HOY TIENE, MUCHO MENOS PODRÁ CONTROLAR LAS QUE PIENSA CREAR: Todos los días hay noticias acerca de muertes en lugares de encierro (76 por causas violentas y/o dudosas durante 2008, según los registros del Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos) El viernes 24 de abril, la justicia ordenó cerrar un hogar de niños, niñas y adolescentes regenteado por la Fundación de Julio Grassi, luego de que un niño de ocho años intentara ahorcarse, hastiado de los abusos cometidos contra su persona, y de que se recopilaran otras tantas denuncias. La Argentina ratificó el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes en noviembre de 2004, pero no implementa los mecanismos de visita a los lugares de detención para prevenir los abusos, los malos tratos y la tortura. Esa es otra norma vigente que no se cumple, casi cinco años después de ser sancionada.

PORQUE EL SISTEMA PENAL ES DISCRIMINATORIO, SELECTIVO, ESTIGMATIZANTE: Es decir: no persigue a todos por igual, sino a los más pobres, los más vulnerables, los que menos “esfuerzo” tienen que hacer para caer en sus redes. Y cuando los captura, los separa del resto de la sociedad, los marca. Nadie que pase por una institución del sistema penal sale sin huellas, a veces en el cuerpo, casi siempre en su psiquis. Y las huellas son más profundas y dolorosas cuando se provocan en niños y adolescentes.

PORQUE LOS PIBES SON EL ESLABÓN MÁS DÉBIL DE LOS GRUPOS DELICTIVOS Y LAS EMPRESAS CRIMINALES: Casi siempre que un adolescente está inmerso en una situación violenta, es porque alguien con más edad y con más poder, lo ha utilizado. Un niño de 14 años difícilmente robe un auto para cometer otros delitos. Lo más seguro y lo que indican todas las investigaciones es que recibe un arma y una paga miserable por conseguir ese auto que luego irá a un desarmadero, para que muchos de los que reclaman la baja en la edad de la punibilidad compren más baratos los respuestos para sus autos.

PORQUE LAS PENAS PREVISTAS NO SON INTOCABLES:
Se utiliza como un argumento a favor de la baja de edad de punibilidad, que se fijarán penas bajas (lo que no es cierto, al menos en el proyecto presentado por el Dr. Raúl Zaffaroni y la Dra. Lucila Larrandart, en el que se permiten penas de hasta siete años para la franja de 14 y 15 años, y de quince años para la franja de 16 y 17, lo que transformaría al régimen argentino en el más gravoso y represivo de Latinoamérica). Pero hasta estas penas draconianas pueden elevarse: basta que suceda algún hecho trágico, o lo suficientemente difundido por los medios, para que se dupliquen, o tripliquen, frente a un próximo clamor popular. Del mismo modo que sucedió con la presión del ex ingeniero Blumberg, en 2004, en que los máximos de pena aplicable a ciertos delitos subieron a los cincuenta años, obviamente sin ningún efecto en cuanto a la disminución de esos delitos.

PORQUE VAN A METER PRESOS A LAS PRINCIPALES VÍCTIMAS DEL NEOLIBERALISMO QUE ESTA SOCIEDAD VOTÓ Y ACEPTÓ DURANTE UNA DÉCADA: Los adolescentes que hoy tienen 14 y 15 años nacieron entre 1994 y 1995, cuando millones de votantes reeligieron a Menem, y sus políticas, con la consecuencia de desintegración social, marginación de millones de personas, destrucción de la escuela pública, pauperización y desempleo de los padres de estos adolescentes.


Los adultos tenemos la obligación de hacernos cargo de nuestras decisiones, no solo de las que tomamos individualmente, sino de lo que avalamos, aceptamos o consentimos como sociedad. Y ser consecuentes con lo mejor de nuestra historia, con la decisión, que alguna vez tomamos, de que los únicos privilegiados sean los niños.

Aún estos, los ajenos y demonizados.


Claudia Cesaroni
Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (CEPOC)
Buenos Aires, 25 de abril de 2009

www.cepoc-cepoc.blogspot.com




7 comentarios:

Anónimo dijo...

La gran pregunta es: que hacemos para que estos niños se encarrilen? si los lugares donde los tendrias que ubicar (si los sacas del hogar o si lo volves a su medio) para enseñarles los tornan mas delincuentes. Existe una crisis de valores en toda la sociedad y esto solo fomenta la diferencia social, la violencia, la falta de educacion , de trabajo , de auxilios sociales, etc.
Entonces, que hacemos los ciudadanos que laburamos todo el dia, que nos esforzamos para darle la mejor educacion a nuestros hijos, que actuamos diariamente con honestidad,, dejamos que nos maten, nos roben, nos violen????No pedimos OJO POR OJO, sino politicas claras que solucionen estos graves problemas (que hace mucho tiempo, antes de Menem y los militares, venimos teniendo en nuestro pais)no tren bala , ni otras tantas estupideces que solo le llenan los bolsillos y y le CONVIENE a algunos pocos.
Gracias

Anónimo dijo...

Considero que la "gran pregunta" esconde una mirada estigmatizadora y condenatoria de los jóvenes. Además, refleja y es una evidencia más de la crisis de valores que el mismo o la misma comentarista señala, donde se podría agregar la falta de solidaridad, empatía, co-responsabilidad y otros.

Más que preguntarse por ¿qué podemos hacer para "encarrilar" a "estos niños"(como si no fueran parte- y producto también- de nuestra sociedad? se podría realizar una pregunta más pertinente y respuetuosa de sus derechos, como por ejemplo, ¿qué podemos hacer, como sociedad, para que todos los niños, niñas y jóvenes tengan igualdad de oportunidades?

Claramente que para lo anterior, no basta con ser un ciudadano honesto, trabajar todos los días (a propósito, con esta crisis las cifras de desempleo aumentarán a niveles "de horror"), darle la mejor educación a los hijos (qué afortunados quienes pueden hacerlo), etc.

Tampoco basta con las políticas (para mi gusto erradas y nada de efectivas) que existen.

Es una reflexión y trabajo que tenemos que hacer todos y entre todos, tanto desde el Estado como desde los ciudadanos o habitantes. Y donde cada uno debe actuar, comprometerse e involucrarse.

Por eso, este espacio de discusión y reflexión me parece un gran aporte.

Para finalizar, si alguien tiene propuestas, que las comparta por favor.

Saludos,

Valentina

Anónimo dijo...

Para mi el tema de la punibilidad de los menores, como tb otro tema el de la prisión perpetua o la tenencia de estupefacientes, entre otros, es un tema delicado como tantos otros en Derecho Penal, y en el caso de los menores, la solución no esta en mas penas, en bajar la edad, etc; sino q la solución en este país está en crear los institutos q por ley se exigen y que el Estado no crea; y si existén, no tienen la infraestructura necesaria por "falta de presupuesto". Este es el gran problema en la Argentina, no la usencia de legislacíon (que exite aunque "con algunas deficiencias") sino en que las leyes no se cumplen y lamentablemente el Estado argentino es el que no colabora o coopera para q esto se pueda solucionar, y lograr no solo una seguridad jurídica, sino tb una seguridad social.

Pablo O.

Anónimo dijo...

espero que nunca les maten ni un familiar ni un amigo... no estarian escribiendo esto... de otra forma propongan ideas y presentenlas (hoy un ciudadano comun puede escribir y presentar un proyecto de ley), para contrarestar ideas que a uds no les gustan.
como les gusta hablar... repito, espero que nunca les maten a un familiar o un amigo... no estarian escribiendo esto

CEPOC dijo...

Anónimo:
Gracias por tus deseos, que entendemos sinceros.
Nosotros escribimos lo que pensamos, damos la cara, y debatimos con honestidad y convicción, en todos los espacios donde nos es posible. Nada más.
Saludos cordiales.

Ediciones Agua Clara dijo...

Con las divisas que las trasnacioales se llevan del país, a cambio oficial,según convenios de radicación, se podría entre otras cosas, educar y dar oportunidades a jóvenes sin trabajo que son fácil presas de las mafias delicuenciales.
Hay que alentar a las empresas familiares y las pequeñas y medianas,priorizándolas a las más grandes favorecidas por diferimientos impositivos, y otras regalías.
Ediciones Agua Clara- edicionesaguaclara@gmail.com

Anónimo dijo...

Es interesante desde la teoría constitucional lo que plantean. Durante muchos años sostuve ese pensamiento. En la actualidad lo he abandonado. De todos modos hace 30 años que escucho que hay cosas que nunca se comienzan y solo se promete un futuro mejor que nunca llega... en el mientras tanto se matan a tantos otros niños y jóvenes (que no tienen tantos defensores). Saludos