¿LES ALCANZARÁ CON BAJAR A 14?


“Polémica en España por una iniciativa para disminuir la edad de imputabilidad a los 12 años: El reclamo lo hizo la Fiscalía de Cataluña ante el ‘espectacular’ aumento de chicos menores de 14 años que son explotados por mafias para delinquir. Los impulsores señalan que la medida tendría ‘una función preventiva y rehabilitadora’” Diario Clarín del 16 de octubre de 2008: www.clarin.com/diario/2008/10/16/um/m-0182730.htm


“Violaciones impunes por tener 13 años. La violación múltiple de dos niñas ocurridas recientemente en Córdoba y Huelva en la que participaron varios menores de 14 años ha reavivado el debate sobre la necesidad de modificar la ley del menor, para que se les pueda imputar penalmente por debajo de esa edad, en contra de lo que ocurre ahora (…) El Partido Popular se subió a este carro y anunció que tras el verano presentará una proposición de ley en el Congreso para rebajar la edad penal de los 14 a los 12 años en caso de delitos muy graves” Diario El País de España del 23 de julio de 2009: www.elpais.com/articulo/sociedad/Violaciones/impunes/tener...


¿Por qué nos oponemos a bajar la edad de punibilidad a los 14 años, como lo establece el proyecto de Régimen Penal Juvenil aprobado en general por el Senado de la Nación el 8 de julio, sin someterlo a debate público, sin intervención de las organizaciones de derechos humanos, gremiales, vinculadas a la infancia?


Nos oponemos porque, más allá de las justificaciones y las buenas intenciones que puedan tener todos/as o algunos/as de los legisladores que votaron este proyecto, y los/as que lo defienden, de lo que se trata en concreto es de incluir en un sistema penal a más chicos, cada vez más chicos.


Y nos oponemos porque, como hemos dicho también en muchas ocasiones, nada garantiza que el día de mañana, si un adolescente de 13 años comete un delito grave, no aparezcan voces exigiendo meter en el sistema penal a niños y niñas por debajo de los 14 años. Las noticias que llegan desde España alertan sobre ese tipo de demandas. Allí rige desde hace varios años una Ley del Menor que se aplica “con todas las garantías” a niños y adolescentes desde los 14 años. Por supuesto, ese régimen no evita que cada año, cientos de adolescentes inmigrantes, o con algún grado de vulnerabilidad personal o social, sean utilizados para cometer delitos o se involucren en hechos dañosos. Pero, en vez de pensar políticas públicas orientadas a incluir a esos/as niños/as y sus familias en las redes del Estado de Bienestar español –venido a menos y en el marco de una profunda crisis económica-, lo que se propone es bajar la edad de punibilidad.


Exactamente lo mismo se hace en nuestro país: ante un hecho grave, ante un caso resonante y machacado por los medios de comunicación, legisladores y legisladoras deciden una reforma que, en lugar de garantizar más derechos para más chicos, legaliza el encierro de los que hoy, si se cumplieran acabadamente con la legislación vigente, no deberían estar privados de libertad. Los chicos y chicas menores de 16 años que hoy están encerrados deben ser atendidos por las áreas de protección de derechos creadas por la Ley de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. Donde no las hay, hay que crearlas. Si no hay presupuesto, hay que exigirlo, o votarlo, en el caso de los legisladores y legisladoras. Lo que no se puede hacer es consentir que no se atienda con dinero, programas y personal la problemática social de esos chicos y chicas, y al mismo tiempo se vote un régimen para el que también harán falta presupuesto, programas y personal, pero esta vez para castigarlos.


Cuando se discuta este proyecto en particular, y cuando llegue a la Cámara de Diputados, cada uno de los legisladores que lo vote deberá explicar por qué elige destinar dinero y recursos humanos a castigar pibes pobres, en vez de privilegiarlos para que se desarrollen plenamente. Tal vez, si recorrieran los institutos de menores y hablaran con quienes allí viven, podrían entender que “ninguna cárcel es buena”, y mucho menos, las cárceles para niños.



Buenos Aires, 4 de agosto de 2009

Claudia Cesaroni

www.cepoc-cepoc.blogspot.com

1 comentario:

Tercera Opinión dijo...

Hola, creo que hoy en día tener un hijo no significa ser padre y quizás de ahí surjan muchos de los comportamientos que estamos viendo últimamente. Si a esto le añadimos una ley tan desastrosa como la Ley del Menor tenemos la sociedad que estamos creando.

Me gustaría invitarte a leer el siguiente artículo:

EL CHOLLO DE SER MENOR EN ESPAÑA

http://www.terceraopinion.net/2009/11/01/el-chollo-de-ser-menor-en-espana/

Un saludo.